La actividad solar influye en el clima de la Tierra, pero,
¿qué influye sobre el clima solar?
Nuestro lugar en la Vía Láctea:
La galaxia es una comunidad muy activa.
Desde el brazo Sagitario aporta a la zona un canal de flujo
de materiales y energía que emerge en el cielo austral desde astros de gran
poder en las constelaciones de Orión, Vela, Carina, Escorpio, Centauro y
Sagitario.
El flujo se distribuye localmente por medio de enormes
tuneleras de espacio-tiempo recientemente descubiertas por el instrumento EGRET
del Laboratorio Compton de Rayos Gamma.
El cinturón de Gould es un anillo parcial de estrellas de
unos 3.000 años luz de diámetro, que abarca una zona entre los 16 y 20 grados
con respecto al plano galáctico de nuestra galaxia. Su masa total (entre
estrellas y materia interestelar) se estima entre 1 y 2 millones de masas
solares. El cinturón de Gould alberga en su seno a multitud de estrellas
masivas muy calientes de reciente formación (estrellas azules de tipos
espectrales O y B). Aunque no pertenece a él, nuestro Sol se encuentra inmerso
en el cinturón de Gould. El cinturón de Gould posee unas 50 fuentes constantes
de rayos X y gamma. De esas fuentes, gran parte son púlsares con su eje
magnético apuntando al interior del Cinturón para canalizar y sostener el
aporte de materiales y energía. Un pulsar es una estrella de neutrones con
polarización eléctrica, ya sea que emita ondas de radio o rayos gamma.
Las asociaciones OB de Orión son enormes nebulosas de
emisión que contienen la segunda fuente infrarroja más brillante del cielo, la
asociación OB de Vela que incluye a Gamma Velorum, (un sistema estelar triple
que es el más potente y activo de la zona) sus expulsiones de masa se suman al
remanente de supernova más poderoso del cielo, la asociación Escorpio-Centaurus
(en azul) a unos 450 años-luz de la tierra
y la enorme asociación Cas-Tau OB en Tauro que penetra hasta el origen
del cinturón en el cúmulo abierto de las Pléyades.
Antares, en Escorpio, comienza a expulsar masa.
Dentro de este derroche de energía se forman 20 nuevas
estrellas de neutrones cada millón de años. Ello deja como resultado púlsares
jóvenes que aún retienen su polarización eléctrica en los tres primeros
millones de años. Esto les permite extender su magnetósfera limpiando la zona y
estableciendo nuevas siembras estelares. Los Jets, como el emitido por el
Pulsar Vela de hasta un año-luz, canalizan el espacio-tiempo creando nuevos
tubos de flujo magnéticos permanentes para proveer de materiales y energía a
sus siembras. Este recién nacido de 11.000 años apunta su eje magnético hacia
la Asociación Escorpio-Centaurus activándola. Su supernova remanente ya tiene
el tamaño de la nebulosa de Orión y es el objeto en rayos X más grande del
cielo cubriendo unos 8 grados de arco, lo que equivale a unas 100 lunas llenas.
Vela también ilumina en rayos X el remanente de la nebulosa
Gum, el objeto difuso más grande del cielo con unos 1000 años-luz de extensión
y que ocupa unos 40° del cielo del Sur.
La nebulosa Gum es un conjunto de remanentes que incluye una
supernova ocurrida hace 700 años descubierta por ROSAT y de la cuál no hay
registro histórico. Como se encuentra a solo 700 años-luz aún emite partículas
de la explosión a la mitad de la velocidad de la luz siendo una fuente puntual
de Rayos Cósmicos.
Vela es también el segundo pulsar del cielo como emisor
permanente de Rayos Gamma luego del peculiar pulsar Geminga ubicado cerca del
centro del Cinturón de Gould y con una antigüedad estimada en 300.000 años.
Geminga fue un objeto enigmático hasta 1993 cuando el
satélite Alemán ROSAT confirma que es un pulsar. La duda estaba en que no emite
pulsos de radio, como sus colegas. Mayormente emite en Rayos Gamma de gran
poder y apunta su eje magnético hacia nuestra zona, ello implica que estamos
inmersos en su Magnetósfera y expuestos a sus Jets. Se sospecha que poderosas
tormentas de Rayos Cósmicos recientes tuvieron su origen en Geminga, como ser episodios de cuasi-extinción en los
últimos 100.000 años en la Tierra.
Vela y Geminga cooperan en la rotación de las asociaciones
Escorpio-Centaurus y Orión. Geminga está a solo 500 años-luz y Vela solo a 815
años-luz. Por otro lado, solo a 180 años-luz tenemos otra fuente de poder
asociada que es uno de los objetos más enigmáticos del momento: Se trata de RX
J1856.5-3754; se la define como estrella de quarks, ya que su masa es muy alta
para su tamaño y se cree se encuentra en etapas de compresión donde el neutrón
ha sido compactado y realineado según sus tres quarks elementales. Es un estado
intermedio entre una estrella de neutrones y un agujero negro de poca masa. Lo
importante radica en que estos objetos aumentan su poder con la compresión y la
descomposición en partículas más elementales.Para comprimir hace falta rotación
sincrónica, ello aproxima y alinea las partículas elementales que desarrollan
spin creciente aumentando su campo magnético. Está probado que el spin de los
neutrones lo provee mayormente la rotación de sus quarks elementales. En estos
estados ya no hay polarización eléctrica. El objeto mismo se convierte en un
núcleo atómico cósmico que alimenta electrones cósmicos llamados estrellas.
Ellas realizan la conversión del flujo en el espectro electromagnético y
también lo aplican en la síntesis nuclear de los elementos. Cuando la estrella
explota en supernova lo que hace es convertir su energía en rotación sincrónica
que comprime el átomo cancelando las órbitas electrónicas produciendo neutrones
alineados con la misma densidad que la de un núcleo atómico, y sus mismas
funciones.
La fase de rotación-compresión es permanente y continúa
hasta lograr la condición de agujero negro, donde la polarización magnética
queda superada por la gravedad. Esto implica niveles de compresión que se
supone llegan a la popular pareja de partículas gravitón-acelerón necesarias
para que exista la realidad pero aún no comprobadas. Esto se logra con las
fusiones de objetos análogos.
Los tubos de flujo polares de interconexión entre astros se
categorizan por la frecuencia de la portadora y van desde simples líneas de campo magnético entre
planetas hasta cuerdas cósmicas que alimentan núcleos galácticos.
Los discos parecen ser comunes y se ha descubierto un grupo
de estrellas azules en torno a un agujero negro en Andrómeda.
La inclinación de unos 20° que el disco de Gould posee
respecto al plano galáctico permite regular el flujo magnético del sistema
incorporando otras fuentes. Dicha inclinación también favorece la inclusión de
estrellas y gas molecular de otros sistemas como las estrellas provenientes de
la galaxia enana de Sagitario que está
siendo absorbida por la Vía Láctea.
Las galaxias exteriores están irrumpiendo dentro de nuestra
Vía Láctea. Esto explicaría la irrupción en la zona de estrellas de baja masa
descubiertas en la banda de Rayos X ya que carecen de sus nebulosas estelares
originales.
También se esta absorbiendo la galaxia enana del Can Mayor
descubierta a solo 42.000 años-luz.
De modo que nuestro momento galáctico consiste en la fusión
de viejos sistemas de galaxias próximas con objetos estelares nacientes de gran
poder que parecen desarrollar un cumulo globular germinal. Hipparcos ha
descubierto que hay un enorme tránsito estelar en forma radial hacia adentro y
hacia fuera de la Vía Láctea que llega al veinte por ciento del total de
estrellas. Ello indica un reacomodamiento permanente de objetos de acuerdo a su
propia frecuencia.
En la zona se encuentran sistemas estelares fósiles como la
estrella Barnard a solo 6 años-luz del Sol. Sistemas de lento desarrollo como
nuestro vecino y análogo Alpha Centauri a cuatro años-luz. Como el Sol y su
gemelo 18-Scorpii, a 47.5 años-luz. Todos con unos 4500 millones de años y
rodeados por astros que producen 450 generaciones de estrellas en ese lapso.
También debe destacarse el joven sistema doble de Sirio con
unos 250 millones de años que contiene una gigante azul y la enana blanca más
cercana al Sol denominada Sirio B a solo 8.6 años-luz.
Todas las estrellas interiores del Disco de Gould deben
rediseñarse para no ser expulsadas del sistema. Ello implica sintonizar con las
frecuencias de flujo magnético creciente en la zona para que su energía se
transforme en rotación sincrónica nuclear y no en dispersión molecular.
Nuestro Sol marcha por este camino y está aumentando
gradualmente la frecuencia rotación molecular en su núcleo. Ello significa
sintonizar las supernovas que vienen y poner a rotar sus núcleos. Los neutrinos
y flujos magnéticos producen altísima rotación molecular mientras que los rayos cósmicos producen
dispersión molecular.
De las supernovas cercanas merece destacarse Betelgeuse, que
está con contracciones aumentado su volumen hasta en un 70 %. Expulsa materia
por sus polos magnéticos creando nubes moleculares que la envuelven hasta una
distancia cinco veces superior a la órbita de Neptuno. Seguramente es el
próximo parto estelar en la zona y se encuentra a solo 425 años-luz en Orión.
El suceso astronómico mas esperado por la comunidad
científica es la Hipernova de la estrella Eta Carinae, el motor de la
constelación austral llamada Carina. Es la estrella más masiva de este lado de
la galaxia con unas 100 masas solares. Se encuentra en el brazo Sagitario a
unos 7.500 años-luz; su nebulosa es un generador de estrellas que mide unos 200
años-luz, el doble que la nebulosa de Orión; es el objeto infrarrojo más
brillante del cielo.