domingo, 9 de noviembre de 2014

Llamaradas y eyección de masa coronal

La erupción solar es una violenta explosión en la fotósfera del Sol con una energía equivalente a decenas de millones de bombas de hidrógeno, de hasta 6 × 1025 Julios. Las erupciones solares tienen lugar en la corona solar y la cromosfera, calentando plasma a decenas de millones de kelvin y acelerando los electrones, protones e iones más pesados resultantes a velocidades cercanas a la de la luz.
Producen radiación electromagnética en todas las longitudes de onda del espectro electromagnético, desde largas ondas de radio a los más cortos rayos gamma. La mayoría de las erupciones suceden alrededor de manchas solares, donde emergen intensos campos magnéticos de la superficie del Sol hacia la corona.
La energía asociada con las erupciones solares podría tardar horas o días en acumularse, pero la mayoría de las erupciones tardan sólo unos minutos en liberar su energía, la que alcanza la Tierra 
en 8 minutos. Chocan con los cinturones de Van Allen que llevan esa energía al Polo Sur magnético, donde se introducen (por el Polo Norte) hacia el centro de la Tierra, activando el núcleo, lo que es registrado por los magnetómetros. Actualmente los dotados de SQUID, son los más sensibles.

La eyección de masa coronal (CME) es una onda hecha de radiación y viento solar que se desprende del Sol en el periodo llamado Actividad Máxima Solar. Esta onda es muy peligrosa.

Cada 11 años, el Sol entra en un turbulento ciclo (Actividad Máxima Solar) que representa la época más propicia para que el planeta sufra una tormenta solar. Dicho proceso acaba con el cambio de polaridad solar. Las emisiones de gas del Sol tardan varios días en llegar a la Tierra.

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