HR 5171 A y el Sol
El interferómetro del VLT (Very Large Telescope
Interferometer) de ESO ha revelado la existencia de la mayor estrella amarillla
— y una de las diez estrellas más grandes - descubierta hasta el momento en nuestra galaxia.
Utilizando el VLTI (Very Large Telescope Interferometer) de
ESO, Olivier Chesneau (Observatorio de la Costa Azul, Niza, Francia) y un equipo
internacional de colaboradores ha descubierto que la estrella amarilla
hipergigante HR 5171 A [1] es tremendamente enorme — 1.300 veces el diámetro
del Sol y mucho mayor de lo esperado [2]. Esto la convierte en la estrella
amarilla más grande conocida. También está en la lista de las diez estrellas
más grandes conocidas — es un 50% más grande que la famosa supergigante roja
Betelgeuse — y es alrededor de un millón de veces más brillante que el Sol.
“Las nuevas observaciones también mostraron que esta
estrella tiene una compañera muy cercana, formando un sistema binario que nos
ha sorprendido” afirma Chesneau. “Las dos estrellas están tan cerca la una de
la otra que se tocan y todo el sistema parece un cacahuete gigante”. Analizando los datos de variaciones de brillo en las estrellas,
utilizando observaciones de otros observatorios, los astrónomos han confirmado
que el objeto es un sistema binario eclipsante en el que el componente más
pequeño pasa por delante y por detrás de la estrella más grande, orbitándola.
En este caso HR 5171 A es orbitada por su estrella compañera cada 1.300 días.
La pequeña compañera tiene una temperatura ligeramente superior a la de la
temperatura de superficie de HR 5171 A, que es de 5.000 grados Celsius.
Las amarillas hipergigantes son muy poco usuales, solo se
conocen alrededor de una docena en nuestra galaxia, y el ejemplo más destacado
es Ro de Casiopea. Están entre las estrellas más grandes y brillantes conocidas
y se encuentran en un momento de sus vidas muy inestable, con rápidos cambios.
Debido a esta inestabilidad, las hipergigantes amarillas expelen material hacia
el exterior, formando una atmósfera grande y extendida alrededor de la
estrella.
A pesar de la gran distancia que lo separa de la Tierra
(cerca de 12.000 años luz), el objeto puede verse a ojo [4] agudizando la
vista. Se ha descubierto que HR 5171 A, a lo largo de los últimos cuarenta
años, está haciéndose cada vez más grande, enfriándose a medida que crece, y su
evolución ha sido captada en pleno proceso.
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